Subir bordillos o rozarlos al aparcar
Algunos conductores usan el sistema de rozar el bordillo como referente para aparcar. Mal hecho. Esta práctica puede desgarrar el flanco. Esta zona, más conocida por ser donde se encuentran los números que sirven para la lectura del neumático, es la más afectada con la realización de estas prácticas. En caso de aparecer un pequeño desgarro o bultos es importante sustituirlo lo antes posible, pues la integridad estructural del neumático está afectada. Lo mismo ocurre cuando subimos bordillos. Lo recomendable es evitar subirlos, pero si nos vemos obligados a ello, que sea a la menos velocidad posible.
Conducir agresivamente
Una vez más, la conducción agresiva es fuente de problemas. Dar acelerones, frenazos y tomar curvas por encima de la velocidad recomendada provoca un desgaste mucho más rápido. Ser prudente permitirá a tus neumáticos tener una vida más larga y de mayor calidad. En el caso de tener un coche de mayor potencia, los neumaticos serán mas propensos a un desgaste prematuro, cuidalos.
Dentro de este punto debemos incluir pasar a gran velocidad por badenes y resaltos. Esta práctica está muy extendida. Bien es cierto que en algunas ocasiones están mal señalizados, pero en la mayoría de los casos no se debe a esta causa. Debes saber que pasar a toda velocidad por los badenes y guardias tumbados, acorta seriamente la vida útil de tus neumáticos. La consecuencia más grave de este tipo de prácticas es que puedes cargarte la alineación del coche, que provocará un desgaste desigual de las ruedas, llevándonos de nuevo a cambiar la rueda.
No rotar tus neumáticos
Algunos pensarán ¿Qué es eso de rotar los neumáticos? Muy sencillo, rotar los neumáticos es modificar la posición de las ruedas del coche. Tenemos que tener en cuenta que los neumáticos se desgastan siguiendo un patrón que deriva del nivel del inflado, del estado de los amortiguadores… Esta práctica poco extendida ayuda a evitar ese desgaste desigual. Por ello, es recomendable rotar las ruedas cada 10 o 15.000 km, pero todo depende del uso y desgaste que hagas del vehículo. Tenemos que tener en cuenta que la rotación es diferente dependiendo de las ruedas motrices del vehículo y si el coche tiene neumáticos con una banda de rodadura direccional.
Ignorar vibraciones y desgastes irregulares
Cuando empiezas a notar que la dirección comienza a vibrar a cierta velocidad de forma notable, no debes ignorarlo pues es posible que el equilibrado de alguno de tus neumáticos esté estropeado, o peor aún que la alineación, mencionada anteriormente se haya modificado. Son muchas las razones que provocan estos desperfectos; especialmente el mal estado de las carreteras. Es uno de los avisos que te da tu cochea los que deberías prestar atención.
Pero, ¿cómo se hace el equilibrado? Lo primero es optimizar la posición del neumático sobre la llanta para evitar que la intervención de los contrapesos sea muy alta. El objetivo es muy sencillo se trata de compensar el punto de mayor peso de la llanta con el menos pesado de la rueda, y así la diferencia a corregir será menor. A continuación, y con la ayuda de una maquina de quilibrado, hay que colocar la cantidad adecuada en cada rueda. Dicha cantidad irá en relacion con el tamaño del neumatico, el grosor de los tacos y la banda de rodadura. Así evitaremos vibraciones.
La alineación también es importante, pues es necesaria para que el coche ruede correctamente. Se sabe que la alineación es incorrecta cuando el coche se va hacia un lado con el volante recto. Como hemos visto antes, pasar a gran velocidad un resalte puede modificar la alineación. Las vibraciones o suspensiones también pueden derivar de un problema de alineación. En resumen, no importa el motivo, lo importante es a tu taller cuando tu coche te está dando pistas a través de estos síntomas. Revisar el equilibrado y la alineación puede evitar averías y gastos mayores.
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